Nos pasa a todos. Con el paso del tiempo nos acostumbramos tanto a lo que vemos a diario que tenemos tendencia a perder la capacidad estupenda del asombro. Por ejemplo, La Bella Desconocida cada vez es menos desconocida, pero ¿sabías que la tradición atribuye propiedades curativas al agua de la cripta de San Antolín? También sabemos (entre otras cosas, porque en la primera rotonda de acceso a la ciudad ya se nos advierte con letras de gran tamaño), que Palencia fue la primera sede universitaria en España, pero ¿y que alumnos suyos fueron Santo Domingo de Guzmán o Gonzalo de Berceo, entre otros? Y hablando de otro escritor, ¿sabías que Miguel Hernández pasó dos meses en la celda 23 de la antigua cárcel de Palencia:
«Hace frío de verdad aquí. Al que le da por reírse, le queda cuajada la risa en la boca, y al que le da por llorar, le queda el llanto hecho hielo en los ojos».
Ahora que se acercan las fiestas, es un buen momento para dedicarle una nueva mirada a Palencia, por fuera, pero también por dentro. Te ayudamos a ponerte los lentes, como no podía ser de otra manera, con los libros.